Que lejano se me ha hecho el ayer, parece que te vi, pero desde lejos, y solo me quedaron las siluetas que dejaron tus caricias en mi cuerpo, y simples huellas dulces de tus besos, el humo de un guiñido, la espora de una sonrisa, una célula de tu cabello, mil átomos de tu mirada flotando, y todo me dice que te vi, pero hace poco…no, hace mucho…si, hace poco…no lo sé, es imposible saberlo cuando creo que te vi hoy, ayer en la tarde de anoche, con el sol cegándonos en la cara, mientras caminábamos de espaldas al mueble de mi sala, donde nos abrazamos con temor, no, con valentía, con los sentidos vibrantes, con los ojos abiertos ante cada sonido de los resortes, ante cada crujido de las telas, ante cada pisada de mi perro, al abrir y cerrar de cada puerta. Y cuando todo queda en calma…empieza otra historia, si, la que termina ayer, la de mañana tarde en la madrugada, mientras caminábamos de frente a las puertas de mi casa, a la salida, afuera, lejos de mí, lejos de donde te puedo ver, porque ayer te vi, si, te vi...pero hoy…??
